Verano de 1976. Manuela tiene nueve años y está atrapada entre su padre -comunista y ateo- y su abuela -católica y conservadora-, quienes se disputan el derecho a definir su nombre y, con él, su rol en el universo familiar. Será su encuentro con el tío loco, oculto en la biblioteca de la casa de hacienda (donde se ha dedicado a liberar a las palabras), el que despierte su necesidad de atravesar espejos, transformando para siempre su relación con el lenguaje y con los nombres, incluido el suyo propio.
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Me encantó la dirección de arte y fotografía.
Buenísima, buenísima, me encantaría formar parte del elenco, me fascina actuar y creo que los actores especialmente manuela y camilo lo hicieron espectacular, que orgánica actuación, muy fluida. aplausos para todos los que formaron parte, me encantó.
Excelente
Hermosa!