Martín y Daniel son dos amigos inseparables. No encajan en ningún lado, nadie los toma en serio y se debaten entre el eterno problema de pagar la renta, conseguir un trabajo y realizar sus sueños. Tienen la afición de espiar a la gente con un telescopio desde la terraza de su edificio. Conocen a Alicia, una vecina que invade su rutina y su espacio de libertad. Todos tienen obligaciones que atender pero prefieren quedarse en la azotea para hablar, conocerse y descubrir lo que cada uno oculta. Los tres buscan un cambio en sus vidas. La oportunidad llega cuando descubren a un hombre desvanecido y cubierto de sangre sobre una mesa llena de dinero en un departamento cercano. Al final del día, algunos entenderán que solo si se toman riesgos la vida vale la pena.