Un 8 de enero de 1988, cuando tenía 10 años de edad, mis padres decidieron irse de vacaciones y dejarme al cuidado de mis hermanos Santiago de 17 años y Andrés de 14. Ese día yo tenía una fiesta infantil y ellos debían buscarme en la tarde. Llegó la noche y el resto del amanecer estuve parada en una ventana, esperando. Nunca llegaron. Luego de un año de desconocimiento y angustia nos enteramos de que ese día mis hermanos fueron secuestrados, torturados, asesinados y desaparecidos por la policía ecuatoriana, sin razón alguna. Sus cuerpos fueron arrojados en la laguna de Yambo, a 2 horas de la ciudad de Quito, sin embargo nunca los encontramos. Luego de más de 20 años de su desaparición se reabrió una nueva búsqueda en Yambo y a la par se abre mi redescubrimiento personal de esta historia que viví a medias. Este documental rescata el poder de la memoria para mantenernos vivos.
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Es importante no olvidar esta injusticia.
Excelente documental deberia estar en Netflix
excelente